Wanda que se acomoda en su mullida camita en una tarde fresca nos explica que los humanos de compañía no debemos dejar pasar el cuidado de las piezas dentales de nuestros perros. Ya que al cuidar los dientes de nuestros buenos amigos caninos, estamos previniendo enfermedades que pueden ser de alto riesgo para ellos.
La dentadura del perro adulto está compuesta por 42 piezas, y casi todas las razas poseen o deben poseer un ajuste perfecto de los dientes caninos para que la boca cierre de forma hermética. A este tipo de dentadura se le denomina “cierre de tijera”.
Algunas razas pueden tener como características específicas y no defectuosas el avance o retroceso de la mandíbula superior o inferior. Tenemos el ejemplo del bóxer cuya mandíbula prógnata, es considerada una característica racial que por otra parte faculta a estos perros para la mordedura de presa, que hace que sin soltar bocado, el perro vaya ganando terreno sobre la superficie o volumen de la presa atrapada.
Los perros cambian de dentadura juvenil, llamada "de leche", compuesta por menos piezas, entre los tres o seis meses de edad, presentando, generalmente, todas las piezas a los siete u ocho meses. Los dientes caducos hacen erupción y si nos podemos imaginar lo molesto que resulta esto podremos deducir el por qué nuestro cachorro querrá morder cuanta superficie u objeto se encuentre con tal de que le alivien tal molestia.
Wanda dice que debemos de conservar los dientes de nuestros perros libres de sarro, porque la acumulación del mismo produce la aparición del mal aliento. Las caries no son muy frecuentes en los perros porque para ellos son relativamente raras las dietas ricas en azúcares, sin embargo veterinarios especialistas en odontología han notado un aumento considerable en la incidencia de caries entre los perros , debido al obsequio de dulces. Para evitar las caries hay que alimentarlos con una dieta adecuada para ellos y darles solamente golosinas elaboradas para perros.
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